La convivencia en el aula, es responsabilidad de todos los
que estamos dentro de ella, es decir, de toda la comunidad educativa. Debemos
tenernos todos un respeto mutuo, y un sentido de la ayuda también mútuo, que
implique la capacidad de todos para entendernos, de valorar y aceptar las
diferencias de cada uno, los diferentes puntos de vista.
La convivencia es un aprendizaje más
de nuestra escuela, ya que se enseña y se aprende a convivir, porque todos
dentro del colegio, debemos interactuar con los integrantes de la comunidad
educativa: entre iguales y con los adultos que rodean al niño y la niña. Si ellos
ven que los profesores y los padres, dialogan comentan y se dan un respeto y
una atención de igual a igual, estamos fomentando que ellos lo acaben haciendo,
en un aprendizaje por observación de forma natural.
Todos los que nos dedicamos a la enseñanza, consideramos
fundamental una buena con vivencia en el colegio, y tenemos que lograr que nuestros
alumnos también la consideren importante, porque si conseguimos una buena
convivencia y un buen clima en el aula, será mejor para todos, y se evitarán los
conflictos que puedan surgir, además de mejorar el rendimiento académico del
grupo clase. También mejoraremos las relaciones entre nuestros alumnos.
Creo por tanto, que debemos esforzarnos como tutores y
maestros de nuestros alumnos y alumnas, a crear ese caldo de cultivo que haga
que el aula sea un lugar de convivencia y de “buen rollo” entre todos los que
trabajamos con niños y niñas.
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